viernes, 30 de julio de 2010

Este 1 de agosto en la FIL: Los majoteros y otras historias gastronómicas de DIMAS ARRIETA y Carnaval en Las Yolas de ROXANA SOUSA

2 presentaciones. 2 lanzamientos que no aceptan excusas para no asistir. El primer libro de cuentos del piurano Dimas Arrieta, cuyos relatos giran en torno a la gastronomía piurana. Los comentarios estarán a cargo del destacado crítico literario Ricardo González Vigil y de José Donoso (estamos seguros que no es el desaparecido novelista chileno). Al final Dimas ha prometido convidarle al respetable un suculento majote con chicha de jora. Posteriormente tendremos el lanzamiento de la primera obra de Roxana Sousa, un libro valiosamente inclasificable cuya lectura lo mantendrá en jaque y sorprendido con los anárquicos personajes que transitan en Las Yolas. Los comentarios serán del abogado, periodista y analista político Luis Alfonso Morey Estremadoyro, el poeta y novelista Harold Alva, el narrador y crítico literario Gabriel Ruiz Ortega, y Willy del Pozo, poeta, cronista y editor general de Altazor. La cita para ambas presentaciones es en el auditorio José María Arguedas de la FIL. (Av. Salaverry, Jesús María). Hora: 7 p.m. y 8 p.m. Se promete mucho vino. Los esperamos.

LAS HOJAS MUERTAS de GIANCARLO ANDALUZ QUEIROLO

Felipe Campero Arias es culpable de tres homicidios. Nunca pensó convertirse en un asesino, pero era su naturaleza y no pudo huir de esa salvaje forma de enfrentarse al mundo tras su apariencia de joven ensimismado en sus conflictos internos. Una acertada reflexión, desde la novela, sobre lo vertiginoso de la conducta de muchos jóvenes que no saben cómo articular un lenguaje para insertarse a la madurez que les exige una sociedad cosmopolita y agobiante. LAS HOJAS MUERTAS lo pondrá sobre un escenario que lo hará temer con su más diminuto silencio. Esta es la primera entrega de Giancarlo Andaluz, de su persistencia dependerá consolidarse como el narrador que nos deparará otras sorpresas, otros frescos sobre la juventud, sus hábitos y sobre el mundo moderno.


Giancarlo Andaluz Queirolo (Lima, 1978). Estudió Ciencias de la Comunicación en un instituto privado y Administración de Empresas en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. En el 2007 ganó el “I Concurso de las 2007 Palabras” organizado por Zeta Bookstore y Starbucks Coffee, del que se editó la antología 2007 palabras y otro cuentos. En el 2009 ganó el “XIV Concurso de Cuentos Barcarola” en Albacete (España), del que se publicó la antología El espejo elíptico. En los años 2005 y 2006 formó parte de las muestras de foto-poesía “Perú Vivo” y “Paracas: Desierto de vida”, las cuales se expusieron en los principales centros culturales y universidades de la Comunidad Autónoma de Extremadura (España). Relatos suyos han aparecido publicados en webs literarias tanto en el Perú como en el extranjero. Las hojas muertas es su primera nouvelle.

jueves, 29 de julio de 2010

¿DESMITIFICANDO A CÉSAR VALLEJO? (Sobre Vallejo y la Célula Non Plus Ultra de Jorge Najar)

Por Rosina Valcárcel
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Jorge Nájar (1946) nace en Pucallpa. Acontece su niñez y adolescencia en diversas ciudades de la Amazonía. En 1963 se traslada a Lima donde sigue estudios en la Universidad Federico Villarreal y conoce a los jóvenes poetas que integrarían el movimiento Hora Zero. En 1973 lanza su bello poemario: MALAS MANERAS. Como todos los muchachos de la época nos conocemos entre el Wony y El Palermo; amamos las mismas canciones, autores e ideales libertarios. En 1974 hacemos una gira por Huancayo junto a Chacho Martínez y José Luis Ayala. Ahí leemos poemas, conozco su alma inquieta y su voz radiante. Festejamos nuestro Perú andino cerca a Nicolás Matayoshi, Sergio Castillo, César Gamarra y otros aedas. En 1976 se escapa. Viaja a París donde ejerce la pedagogía y reside como un gitano. (“Demasiado honor para mi -sostiene Nájar-, el ser comparado con los gitanos; en realidad no soy más que un poeta extraterritorial, que vive entre el estruendo parisino y las serenidades invernales de la costa mediterránea; en suma, un peruano de la diáspora que de vez en cuando regresa a Lima para saludar a los amigos”). Finibus terrae (1984), libro ganador de la Segunda Bienal de la Poesía Peruana, Premio Copé. En 1994 conquistó la Beca de Ayuda a la Creación del Centro Nacional de Letras de Francia. Su magnífica poesía escrita hasta 1999 fue congregada en Formas del delirio. El 2001 obtuvo el Premio Juan Rulfo de Poesía, convocado por Radio Francia Internacional. Su original poemario, Allí donde brota la luz, asomó en Bogotá el 2007. Es destacada la trayectoria de Nájar como escritor genuino. Seleccionó y tradujo la antología de Poesía Contemporánea de Expresión Francesa y Conocimiento del Este, poemario de Paul Claudel, ambos publicados por la Universidad Católica del Perú (PUCP). Su obra narrativa comprende El árbol de Sodoma (me ocupé con ahínco c/f « Variedades » 55. El Peruano, Lima 01/02/08), Penúltima Odisea y otras ficciones (San Marcos, Lima, 2007). En el fondo de éstas mora el renacimiento de un personaje de La Biblia. Condenados al destierro los personajes coexisten como él hasta la muerte, en situación de fugitivos. Se agitan en situaciones de entremundos para revelarnos sus ansiedades y desasosiegos.
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Vallejo y la Célula Non Plus Ultra (2010)
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La noticia llega con un cometa amarillo. Jorge, bajo varias noches de brujo, ha venido tramando una nueva novela. Se trata de pater Vallejo. Caramba. Qué reto. Los jóvenes compatriotas de Altazor la lanzan en sobria edición hermosa. Esta obra se puede resumir así: Sumergido en la revuelta y el disturbio de la vida en París, miembro de un taller de “reparaciones” literarias transformado por la calumnia y la difamación en una célula terrorista, el nieto del poeta César Vallejo (pero ¿de dónde sale ese nieto?) reinventa, al mismo tiempo, la vida de su abuelo en los turbulentos años 20 del Perú y la de un grupo de latinoamericanos en París en los años posteriores a la caída del Muro de Berlín.
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-Jorge ¿Cuáles fueron las motivaciones que te llevaron a escribir la novela Vallejo y la Célula Non Plus Ultra?
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--Desde que llegué a Lima, en 1964, para seguir los estudios universitarios, tengo la impresión de haber vivido hablando y discutiendo sobre ese fenómeno. Ten en cuenta que uno de uno de los primeros poetas que conocí en Lima fue Antonio Claros, trujillano y vallejiano por antonomasia. Íbamos por las calles del centro de la ciudad recitando los poemas más oscuros de su paisano. Íbamos por los bares evocando a la andina Rita y a Tilia, la limeña, bromeando sobre su preocupaciones, sobre sus indecisiones. Ten en cuenta además que uno de mis profesores de literatura fue Antenor Samaniego, el descubridor de la partida de bautizo que ha permitido, posteriormente, establecer la fecha de nacimiento del tótem de la poesía peruana. Ten en cuenta que en el patio, más exactamente en el cafetín de la universidad, conversé repetidas veces con Juan Espejo Asturrizaga, el autor de una de las biografías más sensatas del Vallejo peruano, porque, claro, dentro de ese ser coexistieron varios individuos complementarios y hasta contradictorios, que fueron ganando en complejidad con su traslado hacia Europa. Cuando yo mismo vine a vivir en París, en 1976, descubrí que la preocupación por la tragedia vallejiana no sólo era un asunto de poetas e intelectuales peruanos: mexicanos, chilenos, argentinos, colombianos, guatemaltecos, bolivianos, hondureños, ecuatorianos, brasileños, españoles, franceses, italianos, alemanes y qué sé yo, en nuestras frecuentes tertulias, siempre sacaban a relucir algún detalle sobre el fenómeno, cada vez desde posturas convergentes y, en no pocas oportunidades, hasta contradictorias. Había mucho que decantar. De todo eso nació la idea de Homenajes & epitafio que publiqué en Cuadernos americanos, no sé exactamente si en el número 37 ó 38. En algún momento pensé en la idea de una biografía desmitificadora, un desafío enorme con el que todavía estoy enfrentado sin encontrar solución.
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-En el trabajo de investigación debes haberte topado con diferentes obstáculos, verdad, puedes señalar alguno.
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--Claro que me he encontrado con muchos escollos, algunos superados y otros todavía persistentes. Tú sabes que toda novela que se respete está llena de mucha realidad y los otros elementos que le otorgan el valor añadido a lo puramente testimonial o biográfico. Pero la documentación de base es preferible que esté bastante esclarecida. Y el caso del Vallejo peruano faltan precisar muchos detalles; y ya no te hablo del Vallejo europeo porque sería de nunca acabar. Pues bien, cerremos el círculo. No he podido dar con la documentación esclarecedora de su fallido intento de suicidio en Trujillo, poco antes de trasladarse a Lima abandonando sus estudios de derecho. Esa es una persistente zona de sombras. Asimismo, pareciera que hubo toda una confabulación previa a su captura y encierro en la cárcel de Trujillo; la información disponible es muy vaga sobre quiénes fueron los confabuladores para provocar su traslado desde Mansiche hacia la casa trujillana donde fue capturado y encarcelado por las sospechas relativas a su participación en el incendio y los sucesos sangrientos de Santiago de Chuco. Pero el escollo mayor y poco estudiado hasta ahora ha sido el de los amoríos. Se ha dicho que cuando Otilia y César terminaron por separarse, ella estaba encinta. Se ha dicho eso, pero no se ha averiguado nada más. En Vallejo y la célula non plus ultra se proponen algunas alternativas de esclarecimiento, pero ya no desde la historia sino desde la ficción novelesca.
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-Dimas Arrieta considera que Vallejo y la Célula Non Plus Ultra deviene en un libro para iniciados, me parece una exageración, ¿qué piensas tú?
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--Si mal no recuerdo, Dimas sostiene en su apreciación aparecida en el Nº 177 de Variedades lo que tú subrayas, pero tras el desarrollo de su argumentación llega a la siguiente conclusión: “este aporte despierta más aún el interés por una de las obras más monumentales de la tradición lírica en el Perú. Una novela que cumple con su formato: el saber contar, simplemente, una buena historia” ¿Puedes estar en desacuerdo con eso?
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-En el transcurso de la obra vas creando una imagen de Vallejo que cautiva al lector (a), como te señalé en mis cartas, y al final Vallejo resulta un escéptico, iconoclasta, casi una suerte de “arrepentido” de su militancia política, esa sensación me dejó. ¿Qué dices? ¿Exagero? ¿Estoy equivocada? ¿Has querido tumbar a uno de nuestros íconos, para que se le aprecie como ser humano estrictamente?
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--Para quienes nos enfrentamos con la ficción narrativa la idea es convertir en insumo toda la información política, histórica, económica, psicológica y de cualquier otra índole proporcionada por las ciencias sociales a fin de materializar un universo paralelo al de nuestra realidad. Lo que cuenta es que el lector entre en él y salga, si consigue salir, como pueda: lleno de ilusiones, fantasmas, inquietudes y reflexiones. El narrador de este universo es el Nieto de Vallejo, un peruano residente en la turbulencia parisina, uno de los tantos aspirantes a un doctorado en cualquier cosa, y es él quien nos va presentado los avatares de su “abuelo”. ¿Tumbar a uno de nuestros íconos? Hasta donde me ha sido posible la única idea que me ha llevado a dedicarle tanto tiempo a Vallejo ha sido ponerlo en movimiento en el día a día. Deliberadamente no se entra en la sapiencia filológica para darle prioridad a la existencia, tanto del propio Vallejo como del “nieto”, un bueno para nada.
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-La idea de trabajar con personajes “amigos” latinoamericanos tiene su pro y su contra, uno (a) se pierde tratando de ubicar “será fulano o mengana”. Pero, esto no es relevante.
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--No pocos de los mordidos por la literatura, tarde o temprano terminan participando en algún “taller”. Ese es el caso de la célula non plus ultra, laboratorio consagrado, como afirma uno de los personajes, a “quitarle la pollera colorada a nuestros clásicos latinoamericanos”. Y en ese proceso de purificación, de reparaciones, mal que bien, los participantes fueron conociendo las flaquezas y grandezas de unos y otros. Ahí convergen el “dogmático”, el “farolero”, el “poeta cien por cien”, los aventureros y, por supuesto, también el traicionero, prototipos en realidad de todo lo que puede haber en el género humano. Los talleres literarios son en realidad microcosmos, y cualquier intento de identificación de unos y otros puede llevar a no pocos despistes o a encontrarse uno mismo reflejado en alguno de ellos.
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-Considero que es una obra lograda estéticamente, tiene argumentos, conocimiento, fluidez, frescura y aporta tanto al “museo bibliográfico” de nuestro Vallejo como a la comprensión de ese gran personaje legendario.
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--La idea es ubicar a ese personaje legendario en su circunstancia. Y como tú bien lo dices, el “museo bibliográfico” está poblado de acercamientos filológicos. Nuestra propuesta se inscribe dentro de una ambición historicista, que, por no haber podido develar las zonas de sombra, se acerca a la ficción para reflexionar de manera visual sobre dos momentos álgidos: por un lado, los albores del siglo XX peruano y el fracaso de la “República Aristocrática”, los caudillismos, el leguiísmo, el palabreo de las llamada “Patria Nueva” y el papel de algunos individuos dentro de esas circunstancias. Los sucesos de Santiago de Chuco también fueron el resultado de las confrontaciones de los caudillos y sus ramificaciones en el interior del país. Por otro lado, siguiendo el derrotero del “nieto” de Vallejo se ha querido también pintar las situaciones contradictorias provocadas por la caída del Muro de Berlín entre los latinoamericanos residentes en París, el desasosiego de muchos de ellos, las ilusiones de los otros en los entretelones de la noche parisina, la belleza de la cosmópolis caminando a orillas de su río legendario, el chisporroteo de bromas al ir derivando de un bar a otro a lo largo de las calles, sumidos en la profunda oscuridad, iluminados por la buena conversación, riéndonos de nuestras miserias.
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- ¿Cuál ha sido el gran interés?
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--La ambición ha sido cruzar esos dos momentos, el uno nacional y el otro planetario, siendo protagonistas del primero Vallejo y su generación, y del segundo, la nuestra, mi querida Rosina; nuestra ambiciosa y conflictiva generación embarcada en todas las aventuras del espíritu.
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(Jorge logró ofrendarnos una importante novela de factura novedosa. Por ello a esta “iniciada” le costó tanto terminar la lectura de Vallejo y la Célula Non Plus Ultra. Quiso que el libro no acabara. Suspiró, latió su corazón, bebió vino, acompañó al gran César por todos sus periplos y pudo comprender más su existencia y fervor por la escritura. Aconsejamos al lector y a la lectora viajen a través de él y descubran otros ángulos, otros tonos de nuestro poeta universal).
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Lima/París, 12 julio 2010.

lunes, 26 de julio de 2010

los 7 de ALTAZOR

Lage. Apablaza. Coelho. Chávez. Peña. Ramírez Biedermann. Carlín.

viernes, 23 de julio de 2010

Prohibido faltar. Presentación de los narradores latinoamericanos en la FIL.


LUNES 26 DE JULIO
AUDITORIO CÉSAR VALLEJO
hora: 7:00 – 8:30 p.m.
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ARGENTINA,CUBA, CHILE , ECUADOR,
PARAGUAY, PERÚ, URUGUAY
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Presentación de los libros:
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Borneo de Oliverio Coelho;
Carbono 14: una novela de culto de Jorge Enrique Lage;
EME/A: la tristeza de la no historia de Claudia Apablaza;
La maniobra de Heimlich de Miguel Antonio Chávez;
El fondo de nadie de Juan Ramírez Biedermann;
Takashi: historias robadas de Ernesto Carlín;
La noche que no se repite de Pedro Peña.
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Presentación: Carlos Calderón Fajardo
Moderan: Willy del Pozo & Harold Alva
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Los esperamos.

4 novelas de Carlos Calderón Fajardo en la FIL

EL VIAJE QUE NUNCA TERMINA: La verdadera historia de Sarah Ellen, LA CONCIENCIA DEL LÍMITE ÚLTIMO; la continuación de la saga con la vampiro: LA NOVIA DE CORINTO: el regreso de Sarah Ellen y la novela LA COLINA DE LOS ÁRBOLES, son las obras de CARLOS CALDERÓN FAJARDO que ofrecemos en la FIL. Todos estos libros los puede adquirir en el Stand de Ediciones Altazor. Los invitamos a leer a uno de nuestros más poderosos y singulares narradores.

LA GIRA DE ALTAZOR: de la sierra a la costa.

Juan Ramírez Biedermann, Pedro Peña, Claudia Apablaza, Willy del Pozo, Oliverio Coelho
y Jorge Enrique Lage. En la sierra de Apacheta.
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Harold Alva, Claudia Apablaza, Jorge Enrique Lage, Pedro Peña, Juan Ramírez Biedermann y Oliverio Coelho en Barranca.

ALTAZOR EN LA FIL: Programa de actividades

SÁBADO 24 DE JULIO
Carpa infantil
4:00 – 4:50
Presentación de libros
Pequito el aventurero.
Pequito el aventurero y La huaca misteriosa.
Pequito el aventurero y La Maldición del pirata
de Julio Cabrejos
Presentación: Javier Arévalo
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LUNES 26 DE JULIO
AUDITORIO CÉSAR VALLEJO
7:30 – 8:30 p.m.
ARGENTINA,CUBA, CHILE , ECUADOR, PARAGUAY, PERÚ, URUGUAY
Presentación de los libros:
Borneo de Oliverio Coelho;
Carbono 14 de Jorge Enrique Lage;
EME/A de Claudia Apablaza;
La maniobra de Heimlich de Miguel Antonio Chávez;
El fondo de nadie de Juan Ramírez Biedermann;
Takashi de Ernesto Carlín;
La noche que no se repite de Pedro Peña.
Presentación: Carlos Calderón Fajardo
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DOMINGO 1 DE AGOSTO
SALA JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
7:00
Presentación de libro
Los majoteros y otras historias gastronómicas de Dimas Arrieta
Participan: Ricardo Gonzáles Vigil y José Donoso
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8:00
Presentación de libro
Carnaval en las Yolas de Roxana Souza
Participan: Luis Alfonso Morey y Gabriel Ruiz Ortega
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MIÉRCOLES 4 DE AGOSTO
SALA BLANCA VARELA
4:30 – 5:30
Presentación de libros
Ícaro de Samuel Cavero Galimidi
Perú: Antología de narrativa contemporánea
de Róger Antón Fabián
Presentación: Ernesto Carlín

jueves, 22 de julio de 2010

El vuelo de Altazor

Escribe: Leonardo Valencia
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Fue en 1931 cuando el poeta Vicente Huidobro publicó uno de los mayores poemas de América Latina: Altazor. Siete cantos y un prefacio donde la figura poética de Altazor salta al vacío en un paracaídas imaginario y en su vuelo el lenguaje vibra con posibilidades transgresoras, impulsadas por la vanguardia y por la visión cosmopolita de Huidobro, abriendo nuevos caminos para la literatura del continente. Este mismo nombre, Altazor, es el que adoptó una editorial peruana hace quince años y que ahora hace el lanzamiento de siete autores –en coincidencia simbólica con las siete letras del poema de Huidobro– que provienen de diferentes países latinoamericanos: Oliverio Coelho, de Argentina; Claudia Apablaza, de Chile; Ernesto Carlín, de Perú; Jorge Enrique Lage, de Cuba; Pedro Peña, de Uruguay; Juan Ramírez Biedermann, de Paraguay, y de Ecuador, el narrador guayaquileño Miguel Antonio Chávez.
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¿Cuál es la importancia de este acontecimiento editorial? Habría que leerlo en una perspectiva mayor, recordando que luego de la crisis que tuvieron en los últimos veinte años del siglo XX las editoriales latinoamericanas, la proyección para los nuevos autores requirió un peaje editorial por España. Las dificultades para la circulación de los libros entre los países de América Latina eran difíciles, y lo siguen siendo, pero el auge de herramientas como internet han permitido franquear el aislamiento.

Precisamente ha sido en la última década que, frente a la línea marcada por la orientación editorial española –la que en algún momento denominé “el gran embudo” que ha encauzado a la literatura latinoamericana en los salones de Madrid y Barcelona–, las pequeñas editoriales de Argentina, Perú y México se esforzaban por dar a conocer otras versiones, sobre todo, notable en una serie larga de antologías recientes. El esfuerzo ha sido admirable e incluso editoriales argentinas como Beatriz Viterbo o Adriana Hidalgo, o Norma de Colombia, han llegado a tener presencia en España, mínima pero activa. Llamativo es el esfuerzo de otra editorial argentina como Eterna Cadencia por publicar autores de otros países latinoamericanos y darlos a conocer. Lo que ha hecho Altazor, con iniciativa privada, alcanza el rango de lo emblemático, porque además realiza el esfuerzo de llevarlos por Perú en lo que han denominado la Primera Gira de Novelistas Latinoamericanos. Están visitando ciudades como Huanta, Tarma, Huancayo, Chimbote, Trujillo, Chiclayo, Piura, y concluirán en la Feria del Libro de Lima la próxima semana, donde serán presentados por Carlos Calderón Fajardo, otro autor de Altazor y uno de los escritores peruanos que falta descubrir en Ecuador, con el que tiene muchos vínculos desde hace décadas. He leído a varios de los siete autores de Altazor y puedo decir que su escritura se escapa de los rangos de legibilidad simplificada, de los requerimientos para lectores medios a los que el lenguaje se somete, porque apuestan por sintaxis y ritmos arriesgados y novedosos.

La historia editorial de América Latina tuvo momentos estelares que no pueden olvidarse, como ocurrió con sellos como Joaquín Mortiz, Emecé, Oveja Negra o Losada, pero todas terminaron replegándose y cerraron. Lo que ha hecho la peruana Altazor es admirable y señala una nueva época continental para las editoriales latinoamericanas.

Fuente: http://www.eluniverso.com/2010/07/20/1/1363/vuelo-altazor.html?p=1362&m=260

sábado, 17 de julio de 2010

Carlos Calderón Fajardo y La novia de Corinto

Para EDICIONES ALTAZOR es un privilegio tener a CARLOS CALDERÓN FAJARDO como uno de sus más importantes escritores. Hace un año le editamos EL VIAJE QUE NUNCA TERMINA (La verdadera historia de Sarah Ellen), una novela corta con la que nos demostró su destreza y su increíble capacidad para fabular desde un hecho que con el paso de los años se convirtió en una leyenda urbana. La novela se agotó en dos meses. CCF, conmovido con la imagen simbólica de la vampiro (Sarah Ellen), nos prometió continuar con ese viaje y decidió proyectarlo con una saga al modo de nuestros clásicos. El segundo volumen de esta saga es LA NOVIA DE CORINTO (El regreso de Sarah Ellen), novela en la que Sarah Ellen encara la ideología de ese personaje siniestro, oscuro y enfermo de la política peruana: el genocida Abimael Guzmán Reynoso, y lo hace a través de una construcción inédita entre nuestros novelistas: una obra en función a diálogos con los que CCF desnuda el terror y la locura de un obseso atrapado en sí mismo que tiembla ante la verdad que le escupe la vampiro. Sin duda una obra que generará más de una polémica. La novela estará en el Stand de ALTAZOR en la Feria Internacional del Libro. Asuntos externos a nuestra voluntad no han permitido su lanzamiento en el marco de su programación, pero estamos convencidos que CARLOS CALDERÓN FAJARDO está más allá de este tipo de anécdotas. En coherencia con nuestro respeto a su persona y a su obra, ALTAZOR está reeditando LA CONCIENCIA DEL LÍMITE ÚLTIMO y LA COLINA DE LOS ÁRBOLES, novelas que también estarán en el stand de nuestra editorial. Están avisados.

sábado, 3 de julio de 2010

EME/A, el sueño mexicano

Escribe: Patricia de Souza
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Se acerca el instante de la partida, y empiezo a ponerme melancólica, algo de mí se queda en México, además de algunos libros... Será de todas formas una ausencia porque mis vínculos (a diferencia del Perú y Francia) son más endebles...
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Oh, melancolia, clava tu dulce pico, ya!!
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Claudia (Apablaza) me envió una copia de su libro EME/A, Lima, ediciones Altazor, con mucho cariño y aquí trato de decir lo que me ha inspirado la lectura de su libro.
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Primero, debería decir que quise pensarlo en imágenes y que, al terminarlo, vi a una chica con una maleta lista, lista para partir a cualquier lugar, alejarse de su origen, de su idioma, alejarse...
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A este personaje, que es la voz que dirige este nuevo libro de Claudia, la rodea una soledad concreta, un exilio que se siente en el lenguaje del cual el libro está formado y que es como una filigrama de la experiencia, casi un esqueleto, delicado, frágil. Este libro refleja de alguna manera la vida de ahora, una vida más ocupada por los medios de comunicación que por la experiencia misma, es por eso que el lenguaje no se aleja de esa imposición social que dicta su uso, sino que se apropia de ella, de la jerga del Google, del Twitter, del Facebook. Es en ese mundo en que los personajes, Eme/A , Manuel, Javo, etc..(incluso el nombre ya no es un nombre sino letras) se mueven, en él respiran y dentro de él, el lenguaje se comprime, se hace más instrumental y concreto, cumple funciones de salvavidas, es el detritus de la experiencia, no alimenta, sino que mantiene en vida. Más que una realidad visual, corporal, la realidad que Claudia nos refleja es textual, pero textual, en su sentido fallido, porque no puede representar la experiencia, simplemente la rodea con signos, elipsis, nomenclaturas, sin querer escenificarla, ¿por qué? Yo leo un síntoma de esta época, una especie de adelgazamiento extremo de la experiencia vivida que es más bien virtual, incluso los acompañantes existen en forma de texto, existen por sus libros pero no como personas (Vila-Matas, Leonardo Valencia o Mario Bellatín), y son la compañía de este personaje, hombre-mujer, que no posee otras armas que sus notas, sus inventarios, sus ganas de existir completamente en una relación con alguien, sus ganas de vivir, de nombrar, de crear un discurso, novelar su propia historia (aunque esa parte es la que menos me gusta, la de los escritores que quieren hacer la No historia de la literatura) sin poder, porque no es la historia de la literatura la que no puede contar, sino la de ella misma. Y hay aquí esa impotencia. Este es un aspecto interesante, ese lado técnico del lenguaje para reproducir más bien una especia de balbuceo en forma de collage, a través de experiencias de otras personas, como si el libro fuse una instalación hecho de recortes de diálogos, fragmentos, entrevistas imaginarias, signos, y más retazos sin cuerpo. Existe, creo, un no poder ceñirse al dicurso como una voluntad de convertirse en ese fragmento, en ese espacio que no significa, cosa que a la que lee le puede parecer una pericia técnica (casi todo es técnico, los afectos, la propia noción del cuerpo) y que podría ser una respuesta estética de su autora. La brevedad de la frase, es como la brevedad de los instantes, intensos, pero escasos que CA quiere mostrarnos con una mano casi quirúrgica, porque la continuidad es imposible, y sin embargo ella se aferra a las palabras como una obsesiva, incluso dejando que el uso social del lenguaje se imponga como una prisión, con sus huellas, sus parlamentos e idiolectos que aparecen como marcas de una época, de un momento, de una edad. Me pregunto: ¿qué hace que una persona escriba con frases de aliento poético largo, o que llegue a crear una continuidad en el texto? tal vez su posibilidad de proyección en el mismo texto (y aquí creo que hay una simetría entre la realidad de Claudia, y la ficción, el Chile varias veces nombrado y su propia historia). Pienso en textos como los de Claude Simon, o la prosa discursiva de Catherine Millet, incluso las novelas de Virginia Woolf, que Claudia cita, que poco a poco van siendo casos aislados frente a esta necesidad de una "tecnicidad" en el idioma. Tal vez porque el espacio que ocupamos como individuoas, como personas, es cada vez más mínimo y exiguo, y a lo mejor la prosa del mundo, su movimiento (en sociedades tan atomizadas y siempre pobres) nos concierne tanto como antes, y no lo sentimos si no en lo virtual, en Internet, en Google, en los paratextos, pero no en los textos que no son hablados por personas en carne y hueso, sino por ausentes. Tal vez sea eso, no lo sé... Y nos estemos convirtiendo en eso...
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Lacan decía que no solo "hablamos el lenguaje", sino que somos "hablados por él", y es un poco lo que siento en este texto melancólico y solitario (incluso en su lenguaje), como esa mujer que espera que alguien vaya a buscarla y no sabe si algún día irán por ella.
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En la foto: Claudia Apablaza

Otras páginas informan sobre la gira de novelistas de ALTAZOR

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Letras.s5 de Luis Martínez de Chile:
http://opinaenletras.blogspot.com/2010/06/apablaza-y-emea-en-peru.html
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Luz azul de Antonio Moretti:
http://azuluz.blogspot.com/2010/06/i-gira-de-novelistas.html
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Centro Onelio de Cuba:
http://www.centronelio.cult.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=842&Itemid=1
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La fortaleza de la soledad de Gabriel Ruiz Ortega:
http://la-fortaleza-de-la-soledad.blogspot.com/2010/06/ediciones-altazor-primera-gira-de.html
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Nido de palabras de César Pineda:
http://nidodepalabras.blogspot.com/2010/07/i-gira-de-novelistas-latinoamericanos.html